EL PROBLEMA

CRIMINALES – BULTOS – BORREGOS

Sentados al volante de ataúdes rodantes, CRIMINALES protegidos por la inmunidad que les otorga la espuria ley si así se la puede llamar a la de tránsito, y cobijados de la impunidad que la autoridad de uno u otro nivel les ofrece, salen a diario “inconscientemente” a cobrar su baño de sangre los “profesionales” del volante.

Fugan campantes del lugar de los hechos, llámese choque, atropello o volcamiento; estupidamente se califica en nuestro país de ACCIDENTES a estos siniestros de tránsito y algunos “orientadores” de la opinión pública les llaman percances. Fugan raudos y veloces a pilotear el siguiente féretro ambulante, listos a incrementar su cuenta personal de muertos o heridos, a la postre para ellos no son mas que BULTOS que transportan, y les significan unas cuantas monedas más a estos “sacrificados profesionales” que por lo general trabajan a perdida como dicen descaradamente.

Las familias lloran las perdidas de seres queridos y angustias insufribles de sus heridos la mayoría de ellos graves y afrontan más aún sus limitaciones económicas con nuevas obligaciones inesperadas e inaplazables.

La sociedad inconmovible mira las escenas y escucha las narraciones escalofriantes en las noticias cotidianas; pasan la página del día anterior, se olvidan de lo sucedido, y, como BORREGOS deambulan en sus vidas aceptando a los CRIMINALES de las vías como un mal normal y necesario.

Las autoridades obnubiladas, enceguecidas, embrutecidas en sus ambiciones y logros personales, algunos los llaman logros profesionales, otros institucionales. Se quejan a diario unos culpando a los otros, y, los otros tornándose victimas de los anteriores y así en su carrusel se pasan los años sin que haya quórum o sin que cambie nada, solo llenándose de informes, planes, proyectos y muchos documentos “importantes” profundamente analizados por asesores de toda índole.

La autoridad que debe velar por el cumplimiento de la espuria ley, reclama: patrulleros, personal, armas, equipos, dinero, dinero y mas dinero para cumplir a cabalidad su encargo. Las municipalidades buscan ayudar con el control de tránsito, pero la sacrificada institución, por nada del mundo lo permitirá, jamás!!. Ni hacen ni dejan hacer. Se quejan de su pobreza, pero si alguien se aventura a averiguar o investigar comprobara que el ISSPOL y el Fondo de la Cesantía de la Policía Nacional son de las entidades financieras más poderosas de Latinoamérica. Su Comandante un personaje grotesco y chabacano, prepotente y retador es la fiel imagen de una entidad que solo busca dar su siguiente golpe GRANDE para reclamar el 50% del botín que por ley le corresponde, eso para los de arriba; para los de abajo solo les queda salir a diario a las calles a redondearse el sueldo con rateros de poca monta (muchos de ellos amigos o parientes) o investigando todo y descubriendo nada, a cambio de pasear en taxi o en el carro de los denunciantes y que les reconozcan algo para hacer su trabajo; los de transito con mejor suerte haciéndose de la vista gorda ante todas las faltas que se cometen en sus narices, recibiendo la coima que por lo general es mas generosa de los CRIMINALES que transportan BULTOS. Claro que hay gente valiosa, extraordinaria, heroica, pero desgraciadamente son la excepción.

Ustedes señores de la prensa, sigan llenando sus medios con estas noticias, al fin y al cabo venden, si les invitan a talleres, seminarios, conclaves o foros, hagan lo de siempre…. no vayan, tal como sucedió hace poco en la Universidad San Francisco de Quito, como siempre con honrosas excepciones …..UNA!!!